NO DUDE LA PALABRA DEL PADRE

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Hoy en día, la gente no quiere reconocer que la palabra de Dios es la verdad, no le quieren entregar la autoridad que tiene, la toman como la palabra vana, la palabra que puede cambiar por la palabra de los hombres; cada día parecemos más a los fariseos, que estudiaban las escrituras con esmero, pero al final estas palabras caían al piso, porque era más importante lo que un hombre decía.

Es importante entender el verdadero significado de la verdad, ¿Por qué?, sencillo, porque en la actualidad se vive dentro de una corriente relativista, ya que no se aceptan las verdades absolutas, sino que cada quién puede afirmar su propia verdad, la que más le convenga, la verdad que se incline más hacia su modo de pensar y vivir; pero ¿realmente esto será verdad?. Bueno, si hablamos de ello, entraríamos a contradecir la palabra verdad, ya que esta refleja la luz, refleja algo absoluto, refleja lo que no cambia, y en este mundo no existe nada que no cambie, todo está en constante cambio.

Para apreciar mejor este tema se ilustrará con el siguiente ejemplo: Un hombre va donde el doctor porque se siente enfermo, luego de los exámenes pertinentes el doctor le dice al paciente que su problema es de colesterol y que debido a sus hábitos, le queda prohibido ingerir alimentos altos en grasa. Hasta el momento existe una verdad en la historia, un paciente con altos niveles de colesterol que debe dejar de comer grasas. El paciente toma con frustración la noticia y dice: “Doctor, yo sé que usted sabe del tema, pero a mi me parece que no debería dejar de comer grasas, mi verdad es que a mi me fascinan las grasas y por nada del mundo las voy a dejar de comer, yo creo que el problema es por comer verduras”.

Si observamos con detenimiento el ejemplo anterior, se apreciará la verdad relativa de este pobre hombre, que además de ignorante está rumbo a la muerte. Muchos viven su vida de esta manera, creen que con Dios las cosas son así: …a mi me parece, yo creo, mi verdad es… Pero al final sólo uno tiene la razón, sólo hay una verdad, no existen millones de verdades que se acomoden a cada persona, sólo existe una verdad que rige a toda la humanidad y a todo el universo, esa verdad es Jesús.

Existen tantas corrientes cristianas en la actualidad que siempre el creyente se pregunta, cuál de todas ellas son verdad, a lo cual muchos dirán, la mía es la verdad porque está basada en Calvino y Calvino tiene la verdad, otros dirán, la mía que está basada en Lutero y Lutero es la verdad, Spurgeon es la verdad, Wesley es la verdad, Marcos Witt es la verdad, Dante Gebel es la verdad, Diego Albarracín es la verdad… ¿será que ellos son la verdad?¿será que realmente ellos tienen la verdad? Pues cualquiera que coloque fundamento sobre las creencias, doctrinas y experiencias de hombres como decía Jesús, llegarán las tormentas y caerán sus fundamentos y se los llevará el viento. Ellos no son la verdad, ellos no tienen la verdad acerca de Dios, sólo pueden compartirla, sólo pueden tratarla en sus charlas, sólo pueden transmitirla, pero tengan la seguridad que ellos están equivocados en muchas cosas, como yo, que aunque escriba esto no deja de ser otro tratado acerca de la verdad, acerca de Jesús, pero detrás de esto, me equivocaré en muchas cosas y me faltará conocimiento en muchas otras, porque sólo uno tiene la verdad acerca de Dios, ¿quién tiene esa verdad? Pues aquel que viene de Dios, aquel que siendo el ser igual a Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó tomando forma de siervo… este es aquel que conoce a Dios porque es Dios y aunque se haya rebajado, nos puede declarar la verdad porque no habló por su propia cuenta, sino que habló de parte del Padre:

“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida.” Juan 5: 37-40

Es muy claro esto, Jesús dijo: Yo Soy el CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA y nadie puede venir al Padre sino por mi. Entonces, por qué Jesús dijo que era la verdad, alguna vez se ha preguntado eso; muchas veces leemos y creemos dogmáticamente, ni si quiera pensamos en lo que creemos, pero la fe no es una fe ciega, la fe debe ser con conocimiento, debe ser sustentada. Por qué Jesús es la verdad, porque nos dio a conocer al Padre, al Dios absoluto, nos dio a conocer lo inmutable, lo que no cambia, porque Sólo por medio de Él podemos llegar al Padre, sólo por medio de Él, no hay otro; por eso Jesús es la verdad.

Ahora que conocemos la verdad, bueno, ahora que la estamos conociendo, debemos esmerarnos por ser llenos de ella, sabemos que Jesús es verdad y que NO HABLÓ POR SU PROPIA CUENTA, sino que declaró lo que el Padre le dio, entonces, ¿qué nos aleja de sus palabras?¿por qué no buscamos sus palabras por encima de todo? Por qué será que siempre le damos el mismo valor a las palabras de Jesús que las palabras de Moisés o de David, por qué tomamos esas palabras de vida eterna como simples consejos de ética y moral, de paz y amor. Debemos centrarnos en la verdad y comenzar a ver que esas palabras son ciertísimas, que son espirituales y que son vida, que ninguna otra palabra, sea de quien sea está por encima de la verdad, por encima de la palabra de Jesús.

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