LUCHEMOS POR NUESTRO ESPÍRITU

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Hola, cómo vamos… comienzo el día de hoy pidiendo una gran disculpa por la falta de entradas en el presente blog, dirán: ya se olvidó del blog! Pero tranquilos aquí estoy; espero me entiendan y sigamos haciendo juntos la obra más grande de toda la historia, extender el reino, predicar el evangelio y permitir ser usados para testificar del Dios real, de Jesús… gracias por su comprensión.

A lo que vinimos. Lo primero en nosotros, siempre debe ser vivir nuestra vida de fe, lo que llamamos realmente “VIDA”; la biblia nos enseña esto diciendo, permanece, permanece y permanece, no es más, sólo permanecer. Muchos dirán, ¿sólo permanecer? Sí, sólo permanecer, ¿les parece poco? Siempre vemos la vida de fe como una carrera gracias a Pablo, pero esta, no es una carrera de velocidad, el que primero llegue, el que más haga, el que más ora, el que más predica, el que más, más y más, No! Es de resistencia, el que llegue hasta el fin, que resista, por más fatiga, por más cansancio, haciendo la obra, haciendo lo que podemos, dando todo nuestro esfuerzo, todo para llegar al final.

Mientras pasa el tiempo nos damos cuenta que diferentes circunstancias, día tras día, tratan de evitar que sigamos en esa carrera, tratan de hacernos creer que podemos descansar tan sólo 5 minutos para luego continuar, pero esos 5 minutos harán que nuestro cuerpo decaiga y no lleguemos al final. Así es la vida, si descansamos, si decaemos, nos tomará más esfuerzo y más energía poder seguir adelante, pero si por la vida, hasta la vida misma, debemos hacer el esfuerzo. La estrategia del enemigo es engañarnos y seducirnos, para que no pongamos el reino de Dios como lo primero; generalmente utiliza las relaciones interpersonales, y si de algo en este momento puedo dar certeza es de esto, miren, cualquier circunstancia querrá venir a destruir la vida espiritual, y no sólo la nuestra sino de las que están a nuestro alrededor, pero debemos ser capaces de ver estas circunstancias como basura por el reino de Dios, (perdón por la palabra, pero es la verdad), Pablo dijo:

“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” Filipenses 3:8-9

Pablo estaba traduciendo en su contexto las palabras de Jesús, que en más de una ocasión habló de este punto: si yo quiero vivir mi vida espiritual, la vida de fe, la verdad, la verdadera VIDA, no podemos dejarnos mover por cualquier otra circunstancia, es decir, o Dios está en el primer lugar o cualquier otra banalidad de este mundo (basura) usurpa ese lugar. La palabra siempre nos enseña esto, Dios es celoso y no comparte el primer lugar con nadie, y cuando Jesús hablaba de perseverar, hablaba de tener en primer lugar a Dios siempre, ya que de esta manera, recibimos en primer lugar la vida, ¡claro! Si el primer lugar lo tiene Dios, vamos a escuchar al Padre. Dice la escritura en juan 6 “…Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí…” Está muy claro, se acuerdan que Salomón, el gran sabio, siempre lo dijo, el principio de la sabiduría es el temor a Dios. Es el respeto, es humillarnos ante Él, es reconocer su grandeza, reconocer que es verdad, y esto es, déjenme decirles, lo que muchos hombres guardaron sin conocer la verdad, sin conocer a Jesús, ¿se acuerdan de los tres amigos del profeta Daniel?, a quienes el rey de Babilonia encerró en un horno hirviendo porque no se postraron ante su estatua, ellos reconocían la grandeza de Dios; esto lo sabemos ya que dijeron con toda valentía: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” Dan 3:17-18.

La tenían muy clara: Dios nos puede sacar, Y SI NO, aun así no serviremos a tus dioses. Ah! Déjenme confesarles algo, este pasaje a veces me avergüenza, porque muchas veces le sacamos la lengua a Dios por cosas tan banas, como decir, “hoy tengo sueño, Dios, tú me entiendes hoy no oro, hoy no leo”, “ah! Está lloviendo, hoy no puedo ir a la iglesia”, “señor tu sabes que quiero predicar pero es que no se dan las cosas para hacerlo”, pero esto que acabo de decir nos lleva a un tema mucho mayor, la muerte espiritual. Miren, la palabra nos enseña que Dios no cambia, Él sigue siendo Dios, creámosle o no, sigue siendo Dios, por más lengua que le saquemos a su reino y a su palabra, sigue siendo Dios. Aquí lo que realmente está en juego no es Dios, sino la VIDA, es de suprema importancia que entendamos que esto es de vida o muerte, podemos perder nuestra vida eterna en un segundo, si perdemos nuestra VIDA por las bobadas de este mundo, somos los más tontos de los tontos, por no decir otra palabra, debemos tener nuestra mirada puesta en el reino; dijo Jesús: ah! Necio, las riquezas que hiciste en tu vida para quien serán ya que hoy vienen por tu alma… Realmente les digo que es mejor ser ricos para Dios que ser ricos para este mundo, pero ¿Cómo podemos ser ricos para Dios?, fácil, ¿cuáles son las claves del éxito de este mundo? Al pensar un segundo sé que muchos dirán: el esfuerzo, la dedicación, la entrega y el amor por lo que se hace, listo, ven que no fue tan difícil, Dios nos pide TODO nuestro esfuerzo, TODA la dedicación, Toda la entrega, TODO el amor… resumiendo, Él nos pide TODA NUESTRA VIDA.

Es algo duro, si pensamos en las cosas de este mundo, ahora vuelvo y aclaro, no es que las cosas en este mundo sean malas, o sean despreciables, No! Al contrario es el regalo más grande si entendemos que es nuestra única oportunidad para hacer por lo eterno, esta vida en este mundo es nuestra catapulta para alcanzar la herencia eterna, pero como catapulta no podemos aferrarnos, ya que si nos aferramos, nunca llegaremos a nuestra meta, a nuestro objetivo, nunca llegaremos a nuestro verdadero fin.

Jesús dijo, por medio de las riquezas injustas, hagan por las justas, habla no de las cosas malas, habla de las cosas de este mundo, es decir: “yo tengo un trabajo, no es que sea despreciable ni nada, hasta me puede gustar demasiado, pero si tengo la oportunidad de tener este trabajo es para que a nuestros compañeros les prediquemos la VIDA, les hablemos de lo único importante, les hable de JESÚS” eso es lo que realmente cuenta, y por ello podemos decir que todo lo demás es basura, porque nada en este mundo alcanza a ser tan glorioso como la experiencia viva de la VIDA EN EL ESPÍRITU.

Jesús siempre tiene la razón, por esto dijo: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” Lc 14:26-27

Tenemos que entender que Jesús no nos está diciendo que seamos despreciables en este mundo, para nada, está dando a entender que nuestro objetivo es mucho más alto, y que si llegamos a un punto de nuestra vida en donde tenemos que tomar una decisión de seguirlo a Él o seguir viviendo en las comodidades de este mundo, el que realmente quiera vivir por Él, tomará la mejor decisión, dando incluso hasta su propia vida. No escribí esto como si yo mismo fuera un sen sei, un gran maestro… nada, yo al igual que ustedes sigo corriendo la carrera de resistencia, enfrentando luchas y fatiga y agotamiento, pero en esos momentos debe uno siempre recordar que nuestra herencia es gloriosa, que nuestra Vida eterna es invaluable, que es lo más alto que tenemos y que por ello lucharemos con todas nuestras fuerzas, aun entregando hasta nuestras propias vidas. Un abrazo y que sigamos corriendo con todo!!!

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Como el tiempo ha transcurrido, pero la palabra siempre sigue corriendo, les dejo una lista con diferentes predicaciones, las cuales pueden descargar de forma gratuita y pasar a quienes quieran, es decir que no tienen derechos de autor, es chistoso, pensar que la palabra pueda llegar a tener derechos de autor… nada, escuchemos, leamos, conozcamos, porque en eso consiste la vida eterna… un abrazo inmenso:

1. 10-03-28 Haga que la buena noticia Corra

2. 10-04-04 El pecado de Adán y el pecado de la Conducta

3. 10-04-11 Descontamínese

4. 10-04-18 Rinda el Culto – El Velo

5. 10-04-25 Tenga fe

6. 10-05-02 La ayuda idónea

7. 10-05-09 Reciba la compasión

8. 10-05-16 Rinda el Culto - El lugar Santísimo

9. 10-05-23 Vea la Señal

10. 10-05-30 Permanezca en Él y Él en nosotros

11. 10-06-06 La muerte de adán y la muerte de Jesús

12. 10-06-13 Guárdese de la Mala levadura

13. 10-06-27 Confiese a Jesús

14. 10-07-04 El Testimonio y la promesa

15. 10-07-11 Tome su Cruz y sígalo

16. 10-07-18 Rinda el Culto el Arca del pacto

17. 10-07-24 Que Jesús sea su Todo

18. 10-08-01 La emancipación de la Ley

19. 10-08-08 No sea incrédulo ni perverso

20. 10-08-15 Rinda el Culto – el arca de la propiciación

21. 10-08-22 No se entristezca

22. 10-08-29 La oración de Jesús

23. 10-09-04 Los que participan de la primera resurrección

24. 10-09-12 No ofenda.

25. 10-09-10 Rinda el Culto – Las tablas de la Ley

26. 10-09-26 Sea el mayor

27. 10-10-03 Jesús viene Pronto

(Nota: recordar que el orden de fecha es aa/mm/dd)

RINDA EL CULTO - EL ALTAR DEL INCIENSO

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Comencemos esta nueva entrada hablando acerca del día del Señor. La palabra "domingo" deriva del latin "Dominus dei" que quiere decir "Día del Señor" refiriéndose específicamente a Jesús, nuestro Señor y Dios a quien rendimos culto desde el comienzo del día, es más, rendimos culto desde que se acaba el culto anterior, porque nuestra vida es rendir culto al Señor. En la cultura anglosajona existe un pequeño problema con esto porque ellos llaman al domingo "Sunday" -el día del sol- ya que conservaron la tradición de las tribus celtas y germánicas para nombrar los días de la semana en el inglés moderno; pero no es el nombre del día que le da importancia al día como tal, es la actitud de cada cristiano al entender que Jesús es nuestro Dios, que el Dios que adoramos es Dios Absoluto, Justo, Santo, Vida, Verdad y que busca adoradores en espíritu y verdad.

Existe una deficiencia en los que viven su vida de fe en la actualidad, ya que muchos viven el culto de una manera religiosa, cumpliendo ritos y prácticas que no tienen ningún sentido; o peor aún, que conociendo a Dios, la gente tome el culto como algo vano, que no tiene importancia, como algo que se puede tomar a la ligera, pero la verdad es que lo más importante en la vida de fe es el momento del culto. A partir de la resurrección de Jesús, los primeros cristianos que venían de su tradición judía y rendían el culto en el Sabbat empezaron a rendir el culto el primer día de la semana, es decir, el domingo, el día del Señor. Entendiendo la importancia tan elevada que tiene en nuestras vidas de fe el tema.

Este día lo apartamos para declararle a Él con todo nuestro ser y con toda reverencia que Él es lo más importante, es como formalizar nuestra fe, ya que declaramos victoria sobre la vida al rendir nuevamente el culto, luego de una semana en donde hemos podido hacer mucho para el reino, predicando y haciendo discípulos; estos discípulos igualmente se formalizan en el culto, ya que declaramos que las fuerzas del enemigo no pudieron en contra de él, no lograron hacer sombra y que siguen caminando para conocer más de la verdad, comienzan su vida de fe dentro de la iglesia.

Si hablamos de la palabra “iglesia”, entenderemos una verdad muy grande que abarca la vida de fe de cada uno de los verdaderos cristianos, de aquellos que llevan la vida. La palabra es simplemente la transliteración de la palabra griega “ekklesía” ahondar en su significado y uso es muy útil para comenzar a entender la naturaleza de la iglesia o ekklesía de Dios. Se trata de un vocablo compuesto de dos: Klesía, llamados, que a la vez viene de klesis, llamamiento y de Ek, que significa “fuera”. Muy literalmente podría decirse que iglesia significa “los llamados fuera”. Esta palabra la entendían los griegos como “Los que han sido llamados”. Pero en forma más estricta el sentido era “los que han sido llamados fuera de donde se encontraban, para una asamblea”. Cuando uno es bautizado en el cuerpo de Cristo, se sumerge en el cuerpo de Cristo; en ese momento una persona que vivía alejada de Dios entra al cuerpo para aprender a rendirle culto a Dios. Es decir que somos llamados fuera de las tinieblas, a la luz admirable y entramos a ser parte del cuerpo del Señor para cumplir su misión con reverencia y respeto, con amor y sumisión.

El incienso era una sustancia aromática que se quemaba en el tabernáculo y en el templo, preparado según la fórmula descrita en la ley dada a Moisés y exclusivamente para el uso sagrado, se quemaba cada día y cada noche como ofrenda. Una vez al año, en el Día de Expiación, se ofrecía incienso en el Lugar Santísimo y el humo o el olor fragante subía por encima del tabernáculo. ¿Este humo sube hasta Dios? Claro que no, no pasa ni si quiera de esta atmósfera, y fuera de ella se encuentra la grandeza del universo que hace imposible que a esa velocidad llegue hasta Dios. Pero si leemos Hebreos recordaremos que cada uno de los ritos dados en la Ley eran sombra de lo que habría de venir, o de lo venidero, de lo real. Jesús trajo la verdad y la Luz, ya han sido descubiertos los misterios con Él, pues Dios mismo descendió y habló, pero no habló por su propia cuenta, habló lo que el Padre le dio que dijese. Entonces, ¿Qué significado tiene este humo? Cada vez que se ofrecían estas ofrendas, se habla de las oraciones, ¿cómo así? Sí, miremos Apocalipsis 8:1-5:

“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.”



Qué es entonces todo lo que se quema, el humo que sube delante de Dios, qué son realmente… las oraciones, pero muchos dicen, no, no, no! debemos quemar incienso para que suba delante de Dios y nos vaya bien, o cantemos que es olor fragante a Dios; pero son las oraciones de los santos que llegan a Dios por la gloria de Dios, por la luz de Dios, por los ángeles de Dios. El problema es que la iglesia aprendió a orar religiosamente, sólo sonidos, pero lejos de Dios, no entienden el significado de la oración. Si se entendiera la importancia de la oración, la iglesia no seguiría siendo apaleada por este mundo y se convertiría en la verdadera esposa, sin mancha, columna y baluarte de la verdad.

Dios ya habló, ya nos dio una entrada directa, podemos sentarnos en su mesa; pero todo ocurre si creemos, si tenemos fe, si le damos el valor a sus palabras, si tomamos sus palabras como las palabras de Dios. ¿Por qué son respondidas nuestras oraciones? Muchos dirán que por amor hacia nosotros, otros pensarán que por justicia, pero realmente nuestras oraciones son contestadas por el amor que Dios mismo tiene por su palabra, porque no quebranta su palabra… Por amor de su Nombre… como dijo el salmista; Miremos Juan 14: 11-14 “Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”

Si nuestras oraciones son contestadas no es por nosotros, es porque el Padre ha de ser glorificado por medio del Hijo, y el Hijo glorifica al Padre contestando las oraciones nuestras. Busquemos a Dios con todas nuestras fuerzas, con reverencia, con humildad, tomando sus palabras como las palabras santas, las palabras más grandes que puedan existir en esta tierra y de esta misma forma le buscamos en oración, pero no la oración cacofónica, no sólo sonidos, tiene que ser la oración poderosa, la que se derrama como el incienso, la oración espiritual, la que busca primeramente el reino, la oración por nuestros espíritus y los de los demás. Que nuestra oración suba día tras día hasta la presencia de Dios, y al ser contestada, siga siendo glorificado el Padre, cumpliéndose así la Voluntad de Dios en nuestras vidas.

NO DUDE LA PALABRA DEL PADRE

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Hoy en día, la gente no quiere reconocer que la palabra de Dios es la verdad, no le quieren entregar la autoridad que tiene, la toman como la palabra vana, la palabra que puede cambiar por la palabra de los hombres; cada día parecemos más a los fariseos, que estudiaban las escrituras con esmero, pero al final estas palabras caían al piso, porque era más importante lo que un hombre decía.

Es importante entender el verdadero significado de la verdad, ¿Por qué?, sencillo, porque en la actualidad se vive dentro de una corriente relativista, ya que no se aceptan las verdades absolutas, sino que cada quién puede afirmar su propia verdad, la que más le convenga, la verdad que se incline más hacia su modo de pensar y vivir; pero ¿realmente esto será verdad?. Bueno, si hablamos de ello, entraríamos a contradecir la palabra verdad, ya que esta refleja la luz, refleja algo absoluto, refleja lo que no cambia, y en este mundo no existe nada que no cambie, todo está en constante cambio.

Para apreciar mejor este tema se ilustrará con el siguiente ejemplo: Un hombre va donde el doctor porque se siente enfermo, luego de los exámenes pertinentes el doctor le dice al paciente que su problema es de colesterol y que debido a sus hábitos, le queda prohibido ingerir alimentos altos en grasa. Hasta el momento existe una verdad en la historia, un paciente con altos niveles de colesterol que debe dejar de comer grasas. El paciente toma con frustración la noticia y dice: “Doctor, yo sé que usted sabe del tema, pero a mi me parece que no debería dejar de comer grasas, mi verdad es que a mi me fascinan las grasas y por nada del mundo las voy a dejar de comer, yo creo que el problema es por comer verduras”.

Si observamos con detenimiento el ejemplo anterior, se apreciará la verdad relativa de este pobre hombre, que además de ignorante está rumbo a la muerte. Muchos viven su vida de esta manera, creen que con Dios las cosas son así: …a mi me parece, yo creo, mi verdad es… Pero al final sólo uno tiene la razón, sólo hay una verdad, no existen millones de verdades que se acomoden a cada persona, sólo existe una verdad que rige a toda la humanidad y a todo el universo, esa verdad es Jesús.

Existen tantas corrientes cristianas en la actualidad que siempre el creyente se pregunta, cuál de todas ellas son verdad, a lo cual muchos dirán, la mía es la verdad porque está basada en Calvino y Calvino tiene la verdad, otros dirán, la mía que está basada en Lutero y Lutero es la verdad, Spurgeon es la verdad, Wesley es la verdad, Marcos Witt es la verdad, Dante Gebel es la verdad, Diego Albarracín es la verdad… ¿será que ellos son la verdad?¿será que realmente ellos tienen la verdad? Pues cualquiera que coloque fundamento sobre las creencias, doctrinas y experiencias de hombres como decía Jesús, llegarán las tormentas y caerán sus fundamentos y se los llevará el viento. Ellos no son la verdad, ellos no tienen la verdad acerca de Dios, sólo pueden compartirla, sólo pueden tratarla en sus charlas, sólo pueden transmitirla, pero tengan la seguridad que ellos están equivocados en muchas cosas, como yo, que aunque escriba esto no deja de ser otro tratado acerca de la verdad, acerca de Jesús, pero detrás de esto, me equivocaré en muchas cosas y me faltará conocimiento en muchas otras, porque sólo uno tiene la verdad acerca de Dios, ¿quién tiene esa verdad? Pues aquel que viene de Dios, aquel que siendo el ser igual a Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó tomando forma de siervo… este es aquel que conoce a Dios porque es Dios y aunque se haya rebajado, nos puede declarar la verdad porque no habló por su propia cuenta, sino que habló de parte del Padre:

“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida.” Juan 5: 37-40

Es muy claro esto, Jesús dijo: Yo Soy el CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA y nadie puede venir al Padre sino por mi. Entonces, por qué Jesús dijo que era la verdad, alguna vez se ha preguntado eso; muchas veces leemos y creemos dogmáticamente, ni si quiera pensamos en lo que creemos, pero la fe no es una fe ciega, la fe debe ser con conocimiento, debe ser sustentada. Por qué Jesús es la verdad, porque nos dio a conocer al Padre, al Dios absoluto, nos dio a conocer lo inmutable, lo que no cambia, porque Sólo por medio de Él podemos llegar al Padre, sólo por medio de Él, no hay otro; por eso Jesús es la verdad.

Ahora que conocemos la verdad, bueno, ahora que la estamos conociendo, debemos esmerarnos por ser llenos de ella, sabemos que Jesús es verdad y que NO HABLÓ POR SU PROPIA CUENTA, sino que declaró lo que el Padre le dio, entonces, ¿qué nos aleja de sus palabras?¿por qué no buscamos sus palabras por encima de todo? Por qué será que siempre le damos el mismo valor a las palabras de Jesús que las palabras de Moisés o de David, por qué tomamos esas palabras de vida eterna como simples consejos de ética y moral, de paz y amor. Debemos centrarnos en la verdad y comenzar a ver que esas palabras son ciertísimas, que son espirituales y que son vida, que ninguna otra palabra, sea de quien sea está por encima de la verdad, por encima de la palabra de Jesús.

ADÁN ALMA VIVIENTE

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Es de vital importancia ver claramente la diferencia de la vida en la carne, la vida en el alma y la vida en el espíritu. Esta última, nos recuerda que somos criaturas hechas a imagen de Dios, y la primera, nos recuerda que somos polvo. Para ser una iglesia fuerte y que permanece en la palabra y en la Voluntad de Dios, la iglesia debe ser enfática al diferenciar cada uno de estos lineamientos. O se vive por el alma, o se vive por la carne o se vive por el espíritu; bien lo dijo Jesús, la carne para nada aprovecha, mis palabras son espíritu y son vida.

En esta época, se habla mucho de la filosofía ecológica y de la constante preocupación por la preservación del planeta, películas como Avatar, con todo su despliegue tecnológico llevan a multitudes a preocuparse por este mundo, a poner sus ojos en él, esta es la corriente del mundo, que las personas se preocupen únicamente por lo visible, por las cosas de este universo; no son malas ni perversas, pero hay que entender la diferencia de lo que habla la biblia, que unas son las cosas de este mundo y otras las espirituales, las de Dios, que incluso Dios creó este mundo por una razón espiritual. Este tipo de películas promueven el amor por la naturaleza, por las cosas creadas que son hermosas, amor por los buenos sentimientos, por la tolerancia, por un conjunto de conceptos morales y éticos, que están bien… Pero hay mucho más.

Muchos movimientos hablan de que el hombre debe ser uno con la naturaleza, abrazar a los árboles y amalgamarnos con el espíritu de la madre tierra; pero se les olvida que ya somos uno con la naturaleza, porque fuimos tomados del polvo de la tierra y como polvo, volveremos a ella, para ser alimento de gusanos y abono para nuevas plantas. Entonces acerca de este mundo, según la biblia hay mucho más, mucho más que sólo comer, mucho más que beber, como dijeron los necios: Comamos y bebamos que mañana moriremos; necio, no hiciste nada por tu espíritu, no hiciste nada para el reino eterno, no hiciste nada por la vida espiritual.

¡Sí!, la hermosura de la creación, la perfección que hay en ella demuestran que existe un Dios, millones de personas incluso ateas, pueden empezar a creer en Dios al ver las maravillas de la creación, como decía el doctor Meléndez de Madrid: “Quien estudiando la natu¬raleza desconoce a Dios, Autor de la naturaleza, es lo mismo que el que examina y observa una máquina automática e ignora al ingeniero que la ha proyectado.” Guau! Cuántos hablan de Dios en el mundo, pero el problema no es que la gente diga que existe Dios, porque todos en el mundo creen que existe Dios, el problema con ellos es que Jesús fue enfático con respecto a esto, YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA. El que CREE EN EL HIJO CREE EN EL PADRE, EL QUE ABORRECE AL HIJO, ABORRECE AL PADRE.

La Biblia es el único libro que nos muestra el camino, es el libro que habla acerca del Hijo de Dios, es el libro que da testimonio de Él; por esto él dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”(Jn 5:39) no significa que en la Biblia esté la vida, sino que ellas dan testimonio del que sí puede darnos la vida, dan testimonio de Jesús; por esto también dice Juan: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” (Jn 20:30-31).

¿Quién es Dios?¿Quién es Su Hijo?¿Para qué vino su Hijo a este mundo? Bueno, estas si son preguntas para buscar en la palabra de Dios, palabra que SIEMPRE nos habla de Jesús. Por ello habla de que Dios es Dios absoluto, que Él es autosuficiente y Él no necesita al hombre, el hombre es quien necesita de Él; habla de que fuimos creados por su voluntad; habla del cielo de los cielos que fue creado como herencia para el Hijo, y de como el Hijo decidió cumplir esa voluntad de manera humilde para que el Padre reciba toda la gloria, de igual manera vemos que el Hijo le entregó al Padre como ofrenda lo más sagrado, lo más hermoso y lo más grande que tenía, su propia deidad, convirtiéndose en criatura. Ven a lo que se refiere la palabra, es algo muchísimo más elevado que las cosas de este mundo, habla de lo eterno de lo profundo, de Dios absoluto, no habla ni de la naturaleza, ni del dinero, ni de la familia, no de preceptos morales ni éticos, habla espiritualmente, sino que las cosas de este mundo, reflejan la profundidad espiritual que quiere mostrar Dios.

Muchos discuten las palabras que se tocan respecto a la palabra, muchos incluso la rechazan y declaran que son puntos de vista, pero que su posición es distinta, muchos dicen, eso no es así porque “a mí me enseñaron o porque a mí me parece!, pero a lo largo de su vida, muchos pretendiendo enseñar la palabra les enseñaban acerca de dinero, acerca del amor, acerca del noviazgo, del matrimonio, de la familia o incluso cosas peores, la política, sexualidad y hasta incluso la internet; en resumidas cuentas, cualquier cosa de este mundo, y ahí si no existe un ¡a mí me parece o yo creo! Sino que dicen: “que enseñanza, muy útil, guau, que alimento espiritual! Qué tristeza, pero al mismo tiempo, qué alegría porque están empezando a desarrollar su pensamiento crítico frente a la palabra, y ya que ningún hombre puede enseñar la verdad absoluta, sólo en la palabra podemos refugiarnos.

Es por esto que es absurdo intentar vivir nuestra vida de fe por lo que dicen los hombres, por lo que dice Pablo Cohelo, James Cameron o el Padre Chucho (irónico, yo sé, ninguno de nosotros busca a estos hombres para vivir su vida de fe… pero sí existen muchos hombres que hacen sombra a nuestra vida y que seguimos ciegamente); incluso existen iglesias que como se les acabó la Biblia para enseñar, enseñan sobre el “Padre rico y Padre pobre”, “Su Mejor vida Ahora” o hasta la “Constitución Política”; ahí se levanta la iglesia de Dios para refutar con pensamiento crítico las palabras de los hombres y decir como nuestro Rey lo dijo… ¡escrito está, escrito está y escrito está!

“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”
Colosenses 1:15

Este verso no habla acerca de la “creación” de Jesús, es decir, ¿Jesús es creado?, claro que ¡no! Él es Dios mismo que se rebajó, es el verbo hecho carne, este versículo habla de cómo todas las cosas fueron creadas por el primogénito o por lo más importante, por esto en Juan 1:3 se especifica que “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Y en Hebreos 1: 2 dice “en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”. Entonces cabe preguntarnos, todo este universo y este planeta, fue creado para que seamos uno con él, para que lo preservemos y vivamos en función de él, o realmente fue creado para cumplir su misión como el camino para que el Hijo de Dios viniera y tomara la herencia.

En cuanto a esto podemos concluir por ahora, que siendo la palabra un libro tan amplio sólo tiene un propósito: DAR TESTIMONIO DE JESÚS. Ahora nosotros humildemente, debemos buscar dentro de ella todo lo que nos enseña de Él, desde la creación del hombre cómo se ve manifestada la promesa, el espíritu y la vida, buscar en ella todo lo que nos da a conocerle porque esta es la vida eterna, que le conozcamos a Él el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien a enviado.

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Si quieres conocer más acerca del tema de la creación, y de cómo Adán sirvió como instrumento para Jesús, no dejes de descargar la prédica “Adán el alma viviente”.


BUSQUE LA BENDICIÓN

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La palabra bendición es una de las más utilizadas en el diario común del cristiano, pero que desafortunadamente se ha convertido en una simple declaración de “suerte” o de la muestra fehaciente de que seguimos colocando los ojos sobre los tesoros terrenales. ¿Cómo así? dirán muchos, es cierto, siempre que velamos por las cosas de este mundo declaramos la bendición, es decir, caminamos al lado de nuestro amigo y nos cuenta sobre su nuevo trabajo y declaramos: Qué bendición!!! Por fin sale un dinero faltante y Qué bendición!!! Tenemos estudio y Qué bendición!!! Estrenamos carro, casa, familia, mejor sueldo y seguimos diciendo Qué bendición!!! Hay que ver claramente que estas cosas no están mal, pero para entender la bendición, observamos primeramente que Dios es bendito.

¿Qué significa que Dios es bendito? Que sólo Él puede bendecir; por ello siempre que nos saludamos, decimos “Dios te bendiga”, porque nosotros por nuestras propias fuerzas no podemos dar la bendición a esa persona, sólo Él lo puede hacer. Nosotros sí le podemos dar dinero, casa, carro, estudio, amor, trabajo (estas cosas materiales y hasta sentimentales), pero no le podemos dar la bendición, por eso cuando declaramos esta frase, estamos pidiendo a Dios que bendiga a esta persona.

Al declarar que Dios es bendito, hablamos de palabras como gozoso, pleno, satisfecho, pletórico, lleno de vida, prosperidad, salud, justicia y paz; no quiere decir entonces que Dios es gozoso o que Dios tiene paz, quiere decir que de Él sale eso, de Él es de quien emanan todas las cosas, todo esto procede de Él. Es como si se dijera: Ay el sol tiene calor! No, el sol no tiene calor, en el sol no hay calor, del sol sale el calor, de igual forma no podemos decir, ay Dios tan bendecido que es!

Por esto se habla de la mala interpretación que tiene esta palabra, porque al hablar de poseer o que de Dios salen todas las cosas, se siguen pensando en las cosas de este mundo, pensamos, si de Dios proviene todo, dame el carro, la casa, el dinero, la salud, la familia y en un status alto, porque Soy Tu Hijo, pero ¿quién sirve a quién? Dios al hombre o el hombre a Dios.

Hoy en día se acerca una persona y dice: Hermano me cuadriplicaron el sueldo, Qué bendición!!! Y tengo que trabajar los domingos, Qué bendición!!! No puedo volver a la iglesia y rendir el culto, Qué bendición!!! Me voy a secar espiritualmente, Qué Bendición!!! Me voy a presentar desnudo, ciego y desgraciado delante de Dios y respondemos, QUÉ BENDICIÓN!!! Qué cínico suena esto, pero es la verdad; vivimos tan pendientes de las cosas de este mundo que no nos importa cancelar culto, oración, lectura bíblica y hasta la predicación por trabajo, dinero, familia o cualquier otra cosa, que al fin y al cabo es más importante que lo otro.

“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios” Lucas 12:16-21

¿Ven las cosas de otra manera?, esta persona es llamada como el rico insensato, pero cuántos de nosotros somos como él, pretendiendo ganarnos este mundo con la “ayuda de Dios”, es decir que intentamos seguir pactando y ofrendando porque Él nos devuelve al ciento por uno y nos da carros y casas, que miserables somos creyendo que Dios está sólo para suplirnos esta vida, que al fin y al cabo tan sólo es polvo. De esta manera pensó Esaú, que vendió LA BENDICIÓN por un plato de lentejas mientras que Jacob luchó hasta alcanzar lo que quería, luchó incluso con el ángel que lo hirió en gran manera; qué buscaba Jacob, le verdadera bendición. ¿No había prosperado en gran manera?, tenía dinero y mucho ganado, pero esta no era la bendición, porque cuando se reencuentra con su hermano, quien lo quería matar, le dio Todo lo que tenía, exceptuando la bendición y nuevamente Esaú lo volvió a hacer, se dejó comprar con las cosas de este mundo declarando lo bueno que es su hermano.

Ahora está bien preguntarnos, cuál es el precio de mi bendición, me puedo reír en este momento, porque muchos creerán que ya les voy a pedir una ofrenda o dinero, pero NO, estamos enfatizando en gran manera la diferencia abismal que tiene la bendición verdadera y lo que se ha vendido como bendición por el evangelio de la prosperidad; en serio, qué precio tiene tu bendición, por el verdadero tesoro, no donde el orín corrompe y los ladrones hurtan, sino en los tesoros celestiales, nuestra verdadera herencia; Judas no vendió a Jesús por treinta monedas, fue él quien se vendió… por cuánto te vendes, por un carro, por dinero, por comida, por ser senador o gobernante, por ayudar a multitudes, alimentarlos, por qué cosa de este mundo dejas de buscar las celestiales, las verdaderas, las que no son polvo, la verdad.


Esa es la verdadera bendición, que por cierto viene de la palabra “rodilla”, ¿qué tiene que ver la rodilla con la bendición?, pues claro, se arrodillaban en el antiguo testamento para ser benditos, o sea, para ser parte de la genealogía del mesías, por esto luchaban, por esto se arrodillaban, no por el dinero, por lo espiritual, por la promesa, por su fe. Ahora nos debemos arrodillar frente a la verdad, frente su palabra y recibirla, debemos arrodillarnos frente a Él y creer que Él es el único mediador entre Dios y nosotros; debemos arrodillarnos frente al nombre de Jesús, nombre sobre todo nombre, permanecer en ese nombre, tomar su sangre y comer su carne, reconocer que nuestro camino y lo que pensemos que nosotros mismos podemos hacer no sirve de nada, sólo Él nos puede ayudar, sólo su camino; sólo de esta manera recibiremos la verdadera bendición.

…sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición… para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros… 1 Pedro 3:9, 1:4

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RINDA EL CULTO A DIOS – LOS PANES DE LA PROPOSICIÓN

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A lo largo y ancho del mundo se observan millones de hombres religiosos, que en adoración a sus ídolos mudos rinden culto con toda dedicación y reverencia. Sin tener conocimiento de la verdad, entienden la importancia que juega el hecho de la adoración, el hecho de reconocer que su dios está por encima de ellos y que merece su honra; entienden de una u otra manera, la importancia del hombre como ser espiritual, con cuánta dedicación una persona practica el yoga, con cuánta preparación muchas tribus indígenas escogen sus mejores cosechas para ofrecerlas al sol o la naturaleza, y rinden sus vidas para esos momentos. Claro está, sus ídolos mudos y ciegos, siempre permanecerán inmóviles ante ellos, nunca recibirán esa gloria ni ese honor, mucho menos se agradarán de quienes practican esto.

Ahora bien, por qué será que aquellos que conocen la verdad, que han recibido la vida y la Luz de Dios, han observado el resplandor de su gloria y que conocen al Dios único y absoluto, digno de honra y de gloria no rinden culto en espíritu y verdad, no rinden sus vidas en reverencia, no guardan su día con una actitud solemne en agradecimiento a Él. Es muy común ver hoy en día a la iglesia cristiana a muchos que van un domingo como costumbre, por cumplir, para apaciguar su conciencia cristiana, sin entender la importancia que tiene el día del señor; y estando allí, lo último que uno observará es una reunión solemne, con reverencia, con el mayor respeto y con la más alta dedicación.

Muchos dirán, estás mintiendo, lo que pasa es que tú no has ido a mí iglesia, tú hablas por ti, porque en mi congregación, las cosas no son así; pero siendo realistas, y basándonos en la palabra, la misma iglesia se encarga de alejar las almas de la verdad. ¿Por qué?, porque en vez de predicar la palabra de Dios desde el púlpito, desde lo más sublime del culto que es la palabra, se predica pseudopscicología, se habla de cómo administrar el dinero, de cómo ser un campeón, de ser realmente hijo de Dios para poseer la tierra, se habla de romper ataduras del pasado y liberarnos de las “malas energías”… eso hablando de la palabra, pero alrededor del culto qué ocurre, muchos llegan tarde ufanándose delante de Dios como diciéndole: ¡ahí te cumplí!, muchos otros siguen en sus discusiones, muchos menosprecian su mesa y ni que hablar de los diezmos y ofrendas.

Que tristeza, intentando traer a multitudes a la verdad, nos hemos desviado, hemos convertido en la iglesia en un vitral de “santos”, es frecuente el decir haga y no haga, olvidando decir mírelo a Él, su sangre lo limpia, crea, conozca. Muchos otros traen a sus congregaciones la “alegría del mundo”, para demostrarles a los nuevos que con “Cristo de Rumba el diablo se derumba”, a la hora de la alabanza en vez de ser la iglesia solemne y reverente, nos remonta a los tiempos antiguos cuando una tribu ofrecía ritos a sus dioses, bailando y cantando eufóricos delante del fuego.

Pero qué nos enseña la palabra acerca de este tema, bueno, la palabra desde el libro de génesis hasta el apocalipsis habla del culto reverente, del culto con esmero y con dedicación. Esto nos enseña que Dios es Soberano. La palabra soberano habla acerca de aquel que tiene la autoridad suprema, el más excelente de todos y que está por encima de todos. Dios es soberano, nadie está por encima de Él, nadie lo puede superar, ni si quiera pueden ser semejantes a Él, Dios es único, es quien salva, es quien trae la verdadera luz.

Al entender esto comprendemos la frase, Dios es Dios, este es el principio fundamental para rendir un culto con reverencia y dedicación, con respeto; al entender que Dios merece TODA la gloria, TODA la honra y TODO el honor, que Él no comparte su Gloria con nadie y que sólo Él es digno, entenderemos por qué debemos humillarnos delante de Él y de su palabra, por qué debemos guardar su día con nuestra mejor actitud y agradecimiento, entenderemos verdaderamente el significado de rendir el culto.

El capítulo 9 de Hebreos habla acerca del tabernáculo y de los elementos allí dispuestos, habla del culto judío y enfatiza que aun tenemos ordenanzas de culto y de templo terrenal, desde aquí muchos empiezan a justificarse; lo que pasa es que… mi familia, mi trabajo, mi dinero, mi cansancio, mi casa… pues sí, mi, mi, mi, mi… ese es SU dios, no Dios Absoluto, porque si le pide a Dios que entienda, Él no lo va a entender, Él es digno de toda gloria y no la va a compartir con nadie y menos con usted o conmigo.

El día del señor es de gran importancia para el cristiano, por qué, porque nos reunimos en su mesa a compartir, a tener comunión, a conocer y a mostrar la victoria de Dios sobre el mundo (en su vida, las tentaciones y las dificultades no pudieron hacerle desfallecer para rendir un culto más). En este día tan especial, la iglesia recuerda su misión, su verdadera misión, aquella que Jesús nos dejó (Mt 28), en este día como ovejas al escuchar su voz nos juntamos para luego ser sacados fuera en busca de pastos verdes.

Al hablar del tabernáculo, y de su mesa, recordamos los panes de la proposición. Aquellos que eran hechos con la flor de la harina, es decir, la más refinada de las casas de los judíos, era su ofrenda y aunque no hablamos de ofrenda, sí hablamos de ofrenda. Ven, Dios merece gloria y no pide una cantidad, no pide limosnas, no de lo que nos sobra, Él pide de lo que tenemos, Él pide incluso lo único que tenemos, Él pide nuestras propias vidas, pero no por temor, sino por amor, en agradecimiento; además lo que Él pide, Él lo merece, Él es digno de eso y de muchísimo más. Cuán miserables somos cuando entregamos eso diciendo: ¡Ya te cumplí!, ¡Ojo, ahora sí hazme el milagro!, ¡Ya te pagué!, ¡Voy a recibir el 100x1!, miserables desgraciados. Miserables por cuanto desconocemos su misericordia, desgraciados por cuanto caímos de su gracia. ¿Nuestra ofrenda no es agradecimiento? ¿No demuestra cuánto amor tenemos hacia Él? Bueno, podríamos dar todo y aun así no creer en Él; pero muchos de los que dicen yo viviré por ti, y hasta la muerte te seguiré si ni si quiera entregan una ofrenda en agradecimiento, ni si quiera hablemos de dar la vida.

Los panes dispuestos en la mesa son partidos, Él entregó su cuerpo para ser partido, y Él es cabeza de la iglesia quién es su cuerpo. Uy, ven cómo la palabra se conecta. Nosotros como cuerpo de Cristo, después de cada culto somos partidos para el perdón de los pecados, osea, cada miembro del cuerpo de Cristo después de reunirnos en Su mesa, somos repartidos en este mundo para llevar su luz, su palabra, su verdad, su vida. ¡Que gran misión Tenemos!

Dice Malaquías 1:

El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos. ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda. Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos. Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable. Habéis además dicho: !!Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.

Creo que no hay comentarios, es un pasaje muy explicito, muy real, que demuestra la vergüenza del hombre. El libro de Malaquías podría llamarse el libro que surge del corazón de Dios, las cosas que tenía guardadas, como cuando en un matrimonio la esposa se guarda muchas cosas y después frente a su madre abre su corazón y cuenta sus tristezas… podemos llamar Malaquías como este momento de Dios, cuando frente al profeta Malaquías le dice al pueblo de Israel lo que verdaderamente ocurre. Pero muchos predicadores en la actualidad toman este libro para sacarle dinero a la gente y para enseñar su evangelio de la prosperidad (el evangelio de Satanás, Lucas 4:1-13), o no se acuerdan de todos aquellos que dicen: ¡Traed los diezmos, probadme en esto! Uy, se nos olvidó que uno de los mandamientos es no porbar al Señor, no tentarle.

Pilas si seguimos dando el diezmo para probar si el Señor me remunera, pilas si seguimos tomando su día como el día de la familia, si seguimos cantando canciones que exaltan el YO, si seguimos rindiendo un culto esperando que me va a dar Dios ese día; oremos a Dios pidiéndole perdón y para que día a día nos permita ser más humildes delante de su palabra, que reconozcamos que sólo en el nombre de Jesús hay salvación y que en ese agradecimiento como la iglesia del señor, nos reunamos en la mesa domingo tras domingo para declarar su nombre y nuevamente ser repartidos para cumplir nuestra misión como Su novia y futura esposa.